Marcha regulada BTT sillares y trincheras, Tierz a Piracés y vuelta(Huesca), 48 km, 600+

(Josean) El 10 de noviembre de 2013 tuvo lugar la 4ª MARCHA CICLOTURISTA BTT “SILLARES Y TRINCHERAS” DE LA HOYA DE HUESCA. Podéis encontrar información sobre ésta ruta en éste link. La ruta, organizada por la Comarca de la Hoya de Huesca, el Ayuntamiento de Tierz, y Peña Guara, tuvo unos 160 participantes, algo menos que el año pasado pero una buena participación teniendo en cuenta el mal tiempo previsto, que se confirmó en forma de insoportable viento, y la coincidencia de una carrera solidaria que había a la misma hora en el centro de Huesca.

La ruta tenía 48 kilómetros y unos 600 metros de desnivel. No excesivo, pero para mí una exigencia fuerte, dado que en lo que iba de curso había salido una vez en bicicleta. La exigencia se incrementó dadas las condiciones del tiempo. Ya lo advertía el parte de tiempo durante la semana, vientos de hasta 60/70km/hr, yo no hice mucho caso…

Éste es el plano de la ruta, clica para ampliar:

Me integro en la aventura no sin dudas, pues mi estado físico no es el mejor para una pechada de éstas características, y con el objetivo de terminar, de la forma más digna posible. Con un ligero hándicap, sólo tengo a mano mi bicicleta vieja, una Mongoose de acero y sin ninguna suspensión, que tiene ya sus 22 años. El único de los 160 que no llevaba ninguna suspensión. Pero valiente, allí que me embarqué.

La ruta empieza en Tierz, en su polideportivo.

 Tras un desayuno brindado por la organización, y de forma controlada, se pasa por el sendero del río Flumen, Salas, y discurriendo siempre por pista y senderos, pasa por cerca de Monflorite, Albero alto, y llega a Piracés. El viento a la ida fue de culo y favoreció algo el avance. Dos o tres rampas y algunos tramos con arena, al margen de esas «bolas voladoras» de arbustos arrancados por el viento, eran los obstáculos a superar.

En Piracés, tras superar su importante rampa de acceso, buen avituallamiento:

De Piracés se crean dos grupos, al libre albedrío de cada cual, uno con los «fuertes», baja hasta un barranco para subir, un sendero recién abierto por unas margas, gran parte de él con la bicicleta al hombro. El otro grupo lo conforman quienes quieren menos caña, sube un poco por la carretera, y termina uniéndose a los valientes, cientos de metros más adelante, con algo menos de esfuerzo.Yo, cual cobarde guardando la ropa, me quedo con el grupo B, ya eran 25 kilómetros y empezaba a notar el esfuerzo. No sabía lo que me esperaba y prefiero guardar fuerzas. Luego vería que elegí bien, porque sino, quizá no habría acabado.

A partir de Piracés, empieza un pequeño calvario que para mí duraría hasta el final de la etapa. El viento en contra se hace insoportable en todo momento. Bajamos hasta Novales, con algunos problemas con las «matas voladoras», a mí se me mete una por el desviador y pierdo un tiempo importante en quitarla, siempre con la ayuda de los voluntarios de Peña Guara que se lo curraron a tope. Hay algunas caídas por la arena venteada, a ratos parece que vas con «ventisca de la de esquiar», pero con arena,…, llegamos a Novales, y empieza una larga, suave, casi imperceptible y sostenida subida, por una pista no muy agradable en el piso, que se me hace eterna por el viento en contra. Cada cual hace la guerra por su cuenta, yo me quedo en un grupo medio, en la parte de atrás. La gente fuerte tira para adelante sin problemas, en grupos más o menos grandes, yo encuentro algún apoyo pero se me hace duro, muy duro, hasta el punto de la clásica pregunta en estos momentos chungos, ¿quién cojones me manda meterme en estos embolados? Algunos abandonan y terminan la ruta en el coche escoba. Hay gente de todo tipo, algo que creo que es de valorar y hace interesante ésta ruta para todo el público que tenga una mínima preparación. Observo niños con sus padres, gente de más edad, hasta un hombre de más de 80 años que cumple años éste mismo día. Gente de todos los caracteres, con distintas motivaciones, y todo tipo de condición física. Me encantaría que hubiese más rutas de éste tipo. Sin la urgencia del cronómetro, con el único objetivo de disfrutar de una ruta por la naturaleza en buen ambiente y compañía. Y el que quiere correr y tirar delante, puede hacerlo.

Al final de la subida sostenida, hay una bajada pronunciada que bordea una valla, la cual hay que tomar con cuidado por la piedra suelta, y al terminar un giro de 90º a la derecha, para afrontar una rampa de un 20% y unos 600 metros que llega al aeropuerto.

Final de la rampa al aeropuerto, mi amigo Álex acaba como un titán

A mí me van fallando las fuerzas y tras comerme una barrita al sentir la pájara corriendo por mis venas, termino la cuesta del aeropuerto echando pie a tierra…la vergüenza del ciclista de montaña. Pero completo la rampa y me uno al grupo, no cejo en mi empeño. Cada cual llega como puede, alguno como yo bien cascado, pero la gente en general está preparada y no tiene ningún problema. Me tomo un zumo, bebo, como,…, otro avituallamiento en el aeropuerto.

En la siguiente imagen veis como al final de la cuesta que lleva al aeropuerto atisbo al fotógrafo de ruta…hago un esfuerzo y termino la rampa montado, jaja

Llego al aeropuerto, ahí tenéis la burra

Otro avituallamiento en el aeropuerto, gran organización

Ya parecía que estaba todo hecho, cuando bajamos de nuevo unos cientos de metros, para subir otros 400 metros hasta el Saso que lleva ya a las trincheras. Y aquí, justo antes de llegar al Saso, me ocurre una experiencia de lo más dolorosa, algo que nunca había sentido en mis carnes, un doble calambre, uno en cada pierna, en los cuádriceps, que me hace bajar de la bicicleta para estirar, no podía ni aguantarme de pie, jaja, que momentos. Ahora me río… Una pareja se para y me ayuda, me tomo un gel, termino la cuesta, y estiro otro rato. Uno de los voluntarios de Peña Guara me dice si quiero acabar con el coche escoba. Le digo que ni hablar. Ya poco a poco me quedan 5 kilómetros, iré despacio superando el insoportable viento en contra. De los 5km en bici más largos de mi vida, estaba fundido. No pude disfrutar mucho del final de etapa, que es muy interesante. Algún tramo de sendero, otros de pista con mucha piedra, pasas por al lado de una torreta, tienes la opción de visitar las trincheras…y terminas por bajar la cuesta a la pista de motocross, y por fin Tierz. El viento casi me tira en la última bajada. Sólo me habría faltado el castañazo al final, que es cuando suelen ocurrir los castañazos…

Pero bueno, al final, llego a Tierz, completo la ruta, con total satisfacción. En la llegada me espera la familia, mis hijos han hecho la ruta para los pequeños(2km). También hay una ruta para 10 años que llega a Salas. Sorteo de regalos que se une a los buenos obsequios previos de la organización, plato de comida, refresco, y para casa. Con la sensación del deber cumplido, aunque sea autoexigido.

Excelente jornada, y gran paliza. Me prometo repetir, pero más preparado. He sido un poco inconsciente. La ruta de forma normal la habría acabado bien, pero hay que calcular las inclemencias y el viento.

TRACKS:

https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2682078

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