(Josean) Este fin de semana, me sumergí en una aventura que tenía en mente hace ya mucho tiempo, el subir al Moncayo con nieve.
LOS CONDICIONANTES:
Este pequeño objetivo requería de dos condicionantes, dada mi corta experiencia en éste tipo de andanzas, como senderista aficionado que soy.
1. – Que el Moncayo estuviera nevado, con suficiente nieve, y con un estado seguro, como para poder subir por la vía directa hasta la cima. Que por otra parte el día previsto fuese medianamente bueno, y no nos metiésemos en posibles berenjenales, por viento, nieve, o malas condiciones.
2. – Que fuese acompañado por personas que conocieran el terreno, y manejaran ese entorno, para guiarme y darme los consejos oportunos en cuanto a técnicas de avance y uso de las herramientas.
Los dos condicionantes se cumplieron con creces. La nieve caída era la necesaria, no excesiva, hacía el frío suficiente, y el día salió espectacular, sol e inversión térmica para no encontrar casi nada de viento en la cima, y pasar hasta calor, cosa que no había encontrado ni en verano.
Los acompañantes, Gonzalo y Pedro, fueron excelentes «monitores» y acompañantes de lujo para esta empresa. Gracias a los dos por permitirme este día, de una forma segura y entretenida.
LA RUTA:
El lugar de cita fue San Martín del Moncayo. Ni pronto ni tarde, las 8am.
Justo amanecía y el Moncayo se alzaba altivo con ese blanco que hacía oler a montaña y día de emociones.
Desde San Martín, ya en un sólo coche, pasamos por Agramonte, y de ahí llegamos a eso de las 8:20am al párking de la Haya Seca, a un kilómetro escaso del Santuario del Moncayo, a unos 1600m. de altitud. Normalmente si las condiciones son malas, o ha caído mucha nieve, no se puede alcanzar este párking en coche, y hay que andar hasta alcanzar esta altitud. Hay varios párkings intermedios en la subida, como en la fuente de los Frailes, etc.
Recomiendo encarecidamente acudir a primera hora de la mañana, sobre todo si es fin de semana, pues a partir de las 10 u 11 am el parking se vuelve impracticable, son infinidad los visitantes que acuden a comer al Santuario, o simplemente a visitarlo y dar un paseo. Hay unas plazas de párking limitadas y señalizadas, pero me llama la atención como hay personas que rompen las normas establecidas y aparcan donde les apetece aunque no se pueda, buscando no dar ni 3 pasos para llegar a su objetivo. A cambio, nos dejan el peligro de llenar todo de coches, más allá de lo razonable y autorizado, con lo que ello puede conllevar, en accidentes, problemas, etc.
No entiendo como el Parque no toma cartas en este asunto, y pone una cadena para limitar las plazas, o incluso si esa cadena no puede controlarse, cerrada si es necesario, para todos, excepto los autorizados.
Nos ha dado una desagradable impresión como hemos encontrado el parking al bajar. Un auténtico caos de gente y coches sin ningún tipo de regulación.
Más información sobre otras subidas al Moncayo tenéis en otros posts del blog. CLIC AQUÍ.
En fin, continúo con la ruta. Llegamos al Parking de la Haya Seca, y nos dispusimos a partir, abrigados pero sin pasarnos, que venía esfuerzo importante, pese al frío, no excesivo, en torno a los cero grados, de salida.
Como veis el ambiente era tranquilo a las 8am, diez coches a lo sumo. Al bajar no exagero si digo que vimos cerca de cien. El Santuario a rebosar de coches, no cabía un alfiler. Y el parking de la Haya Seca, en doble fila, todo ocupado, incluso parte del propio camino, hasta casi llegar a la primera curva. Tétrico.
Del parking al santuario, escasamente un kilómetro. A partir de aquí, pasado el santuario, que dejamos a nuestra derecha, seguimos recto en una primera rampa corta, que hace un giro brusco a la derecha recorridos apenas 50 ó 60 metros. Seguir recto nos lleva a otros circos, collado de Bellido, Lobera,…, también puede subirse por allí al Moncayo, pero dando mucha más vuelta.
Subimos haciendo eses entre pinos, con bastante nieve, y adivinando el camino a veces ayudados por huellas previas. Llegamos al collado a paso tranquilo y sin grandes alardes. Hay marcas del paso de skis, tablas de snowboard…
Ya estamos al pie del «Cucharón», del Circo de San Miguel. A partir de aquí tenemos varias opciones, de cara a subir a la cima. A la izquierda, tenemos el camino ordinario. Bordea el circo haciendo unas zetas. Es el camino que tomamos para bajar. En caso de hielo, puede ser incluso más peligroso que la vía directa, aunque pueda parecer lo contrario. En verano es el habitual.
De frente, tenemos el circo, ver imagen inferior. Por ahí va la ruta escogida hoy, que Gonzalo llama «la directa invernal». Tiene varias variantes, elegimos la más recta, caminar hasta casi el fondo del valle, y girar a la derecha al final, por la pendiente más dura, en dirección a la cima. En verano puede ser tarea imposible subir por ahí, pues es pedriza inestable y la pendiente alcanza más de 60º en algunos tramos.
Hay otras vías entre las rocas que vemos a la derecha, por las canales. Pero pueden ser más duras, en pendiente, y sin pisar, acumular más nieve venteada, y presentar más problemas caso de avalancha, pues no hay forma de salir de esos embudos.
Otra vía es ir hacia la derecha adentrarse en el bosque, y salir a la loma que está a la espalda, a la derecha, afrontando la subida por esa otra ladera.
Nos vamos acercando a la pendiente dura, empiezan los resbalones, y llega el momento de calzarse los crampones. En mi caso es la primera vez que lo hago, han sido de correas, sobre una bota normal. Para el esfuerzo de hoy ha sido más que suficiente. Hemos utilizado también piolets, aunque las condiciones eran buenas y no ha sido del todo necesario. Pero toda precaución es poca.
En la imagen inferior, a la derecha se observan canales posibles entre las rocas. Se puede intuir a 3 personas que llevábamos por delante.
Siguiente imagen, clicando y ampliando, veréis gentes por una pala, y gente por la canal… Los de más a la derecha, los que intentaron la «canal», desistieron de esa vía y giraron a la izquierda. Según nos comentaron luego, estaba imposible, nieve por encima de la rodilla. Terminaron en la misma vía que nosotros.
Como curiosidad, os pongo un vídeo que he encontrado de un grupo que sube por la canal central, entre las rocas.
Atrás dejamos un espectacular paisaje, hoy el día es limpio y se divisan hasta los Pirineos de una forma bastante nítida.
Empieza la pendiente dura. Pedro se retrata para la posteridad, con intención de enseñarle a su hijo la foto, como «Calleja».
La pendiente se agudiza. El corazón se acelera, y la respiración se ahoga, haciéndonos detenernos por momentos. Toda una rampa entre el 50 y el 60% de pendiente, de un kilómetro aproximadamente. Pasito a pasito, cogiendo cadencia, y aprovechando los escalones creados por los que han abierto huella, que se agradecen.
Un reguero de montañistas nos precede, y otro llevamos por detrás. El día y el sitio lo merecen. Algunos, los menos, escogen la ruta de subida por el camino común.
Gonzalo hace un alto en el camino. Sobra la ropa:
En menos tiempo del esperado nos acercamos a la cima. Si algo tiene subir por gran pendiente, es que aunque cuesta mucho más esfuerzo en cada paso, el desnivel se supera de forma más rápida.
Arriba del todo encontramos dos esquiadores. Pensamos, el esfuerzo que han tenido que hacer para portear los esquíes, para disfrutar de una sóla bajada de 7 u 8 giros. Luego es complicado, hay mucha piedra, y la nieve no sobra. Eso es afición. Claro que si hay más nieve, en otros días, se puede llegar hasta el santuario, incluso más abajo. Hoy hemos encontrado a varios esquiadores, algunos con travesía, otros con esquí alpino a la mochila.
Llegamos al collado, no hace el viento de costumbre, lo cual es reconfortante. En doscientos metros por el cordal, alcanzamos la cima. Arriba sorprenden las figuras floreadas que hace el viento sobre la nieve y el hielo. No hace excesivo frío y disfrutamos de las vistas hasta el Pirineo, al Noreste, hasta Gredos, al Oeste, y hasta Urbión y la zona Soriana y navarra, al Noroeste.
El Moncayo se sitúa en el Sistema Ibérico. Desde él se pueden divisar otras cimas del mismo sistema como son Javalambre, Urbión, etc.
Llega la hora de bajar. Vamos a bajar por la senda clásica. Vamos por el cordal, descendemos unos metros, subimos otros tantos, y en un momento dado, en unos 800 metros, giramos a la izquierda. La señal está tapada, caso de escasa visibilidad, cuidado, guiarse del GPS y asegurar la entrada en el camino, porque metros a la derecha y a la izquierda podemos meternos en problemas.
Dejamos atrás la cima. Se puede divisar, en la imagen inferior, la diagonal que va perpendicular a la cima, por la que hemos subido previamente. Si amplias la imagen clicando sobre ella verás como sigue subiendo gente.
Al fondo el Pirineo, espectacular la visión, hoy.
Por fin bajamos la senda, en la que paramos a echar el bocadillo, pues pega menos el viento. Quitamos los crampones a media bajada, las piedras los pueden dañar. En un «pis pas» estamos abajo. Dejamos atrás nuestra cumbre.
Ya sólo resta internarnos de nuevo en el bosque, y el último tramo, relajado, hasta el Santuario, y de ahí al parking. Multitud de visitantes llenan el camino. La nieve desaparece o se hace sopa dificultando el andar. Pensamos en lo complicado que se puede poner ese terreno, caso de helar.
IMAGEN DE LA RUTA:
Me he despistado y he conectado el GPS pasado el Santuario, pero se ve el camino entero pues a la vuelta lo marca. Como veréis el camino de bajada discurre sobre el sendero ordinario, pero no exactamente, la nieve hace que se creen alternativas.
Ésta es la imagen en relieve. Os podéis hacer una idea del camino de subida.
Y el perfil de la ruta. No indica el total de desnivel y de longitud recorrida, por haber puesto el GPS pasado el santuario y una parte de subida.
RESUMEN DE LA RUTA:
Subida al Moncayo por la ruta directa invernal, con nieves, desde el Parking de la Haya Seca.
Unos 8 kilómetros, 780 metros de desnivel, aproximadamente.
Nos cuesta unas 4 horas y 20 minutos. 2 horas y 20´subir, 2 horas bajar. Este tiempo incluye al menos 30 minutos en las paradas de fotos, comida, quitar ropa, poner, poner y quitar crampones, estar arriba, etc.
En cuanto a material, necesario si se quiere ir seguro, crampones, y piolet. Botas adecuadas, polainas, pantalón de invierno. Buen cortavientos y ropa de abrigo. Protección solar y gorro. Bastones si los sueles usar.
Por otra parte no es un camino para hacer a la ligera y sin preparar. Conviene ir acompañado de quien conozca el terreno. Tener la ruta grabada en GPS ayuda, y como siempre, los mapas de rigor. Llevar comida y agua suficiente por lo que pueda pasar. Si quieres ser estricto ya sabes, carga el móvil, y puedes llevar incluso cuerda, luz, botiquín,… Lo único que aparentemente resta peligro es que el Santuario está a un paso. Pero no hay que fiarse, eso es aparente. Si viene mal tiempo, se pone nublado, etc., las condiciones pueden complicarse. Si hay hielo, más todavía.
Conveniente pues revisar el parte de tiempo. Y cuidado con el estado de la nieve si hacemos la ruta directa.
El Moncayo es un monte asequible y fácil de conquistar, generalmente, pero tiene su peligro, y su historia de trágicos accidentes, no conviene tomarlo a la ligera.
MIDE:
TRACK:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=19024964
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